Según el presidente municipal de Parral, César Peña Valles, el mayor problema en cuanto a inseguridad que presenta Parral, es el robo de cable, basado en los temas expuestos en la Mesa de Seguridad, o al menos así lo interpretó él.
Tomando como oficial ese dato, puesto que fue una declaración del alcalde, y ahora que la Dirección de Seguridad Pública desarticuló una numerosa banda delictiva vinculada a ese delito, podemos deducir entonces que la seguridad en Parral está garantizada y no hay más de que preocuparse.
Dice también el munícipe que los daños generados a las luminarias de la ciudad ascienden a los 400 mil pesos y responsabiliza a los 8 vándalos detenidos de haber dañado, durante el tiempo que duraron delinquiendo, aproximadamente 300 lámparas.
Aquí vale hacer un paréntesis y cuestionar entonces si sí era cierto que había alumbrado público dañado, por el motivo que fuere, y que mantenía ciertos sectores de la ciudad en penumbras. La duda viene a colación porque, de ser así, estaríamos ante una contradicción del alcalde a las declaraciones del diputado Francisco Sánchez Villegas, quien aseguró que todo en Parral funcionaba a la perfección y eso de lamparas sin prender eran inventos de los medios de comunicación.
Lo bueno de todo es que la tarde de ayer lunes, en la colonia Tierra y Libertad, agentes municipales echaron el guante a los ocho hombres responsables de poner en jaque al Gobierno Municipal en cuanto a oscuridad se refiere.
Ocho malandrines con seis metros de cable sin quemar y 15 metros de cable quemado, los cuales coincidían con las características del que fue sustraído en dos postes de Telmex, ubicados en la calle Lucha Social, y 12 metros más de cable provenientes de postes de alumbrado público y diversa herramienta con la que dañaron las 300 luminarias que no es que no sirvieran, sino que estaban vandalizadas.
Ahora los parralenses podrán respirar profundamente y agradecer a la Policía Municipal bajo el mando del comandante supremo, César Peña Valles, quien logró descifrar y resolver el misterio de la penumbra en que tenían sumida a la ciudad los 8 raterillos de poca monta, el mayor problema que analizaba la Mesa de Seguridad integrada por el Ejército, la Guardia Nacional, la Fiscalía General del Estado y Seguridad Pública de Parral.
Lo demás, si se roban una camioneta, si asaltan un negocio del centro o si violentan a una mujer, es lo de menos. Resuelto el robo de cableado, la ciudad puede dormir en paz.