El Vaticano.- Jorge Mario Bergoglio fue elegido como el Papa número 266 el 13 de marzo de 2013, convirtiéndose en el primer pontífice latinoamericano y el primer miembro de la Compañía de Jesús en ocupar el máximo cargo de la Iglesia Católica. Sucedió a Benedicto XVI, quien había renunciado al papado de manera histórica. Al asumir, eligió el nombre Francisco en honor a San Francisco de Asís, reflejando desde el inicio su preferencia por un estilo pastoral humilde y centrado en los más necesitados.
Nacido en una familia de raíces italianas, Bergoglio trabajó brevemente como técnico químico antes de iniciar su camino religioso. Ingresó a la Compañía de Jesús en 1958 y fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969. Se formó en Teología y Filosofía, y se especializó como profesor y rector en diversas instituciones jesuitas en Argentina. Su trayectoria eclesiástica lo llevó a ser provincial de los jesuitas entre 1973 y 1979, obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992, arzobispo en 1998 y, finalmente, cardenal en 2001, nombrado por Juan Pablo II.
Durante su papado, Francisco impulsó reformas dentro de la Curia Vaticana, abordó con firmeza los casos de abuso sexual en el clero y promovió un enfoque integral sobre la crisis climática con su encíclica Laudato Si’ , publicada en 2015. Su liderazgo también se ha caracterizado por el diálogo interreligioso, la defensa de los migrantes, la crítica a la desigualdad económica y una postura inclusiva frente a comunidades marginadas. Reconocido por su vida austera, su cercanía con los pobres y su constante llamado a la justicia social, el Papa Francisco deja un legado de profunda transformación en la Iglesia contemporánea.
Descanse en paz el papa Francisco
